“Carta a una maestra”
(Alumnos
de la escuela de Barbiana, Madrid: 2000)
En
este libro se realiza una crítica a la escuela de antes, además de hacer una
comparación de esa escuela con la adecuada. El ex alumno que escribe la carta
es un chico que termina la 1º etapa de
la enseñanza primaria y pasa a la 2º etapa pero esta no se encuentra en su
pueblo y debe ir a uno de al lado. Su propia maestra es la que les dice a sus
padres que no hace falta que se gasten un dineral enviando al chico a la
escuela secundaria ya que no sirve para estudiar. El padre se niega y
finalmente manda a su hijo a una escuela en un pueblo llamado Barbiana. Dicha
escuela es todo lo contrario a la anterior. En ella todos iban con el cura
donde ninguno era rechazado y todos eran aceptados como iguales, aunque los
estudios les costasen más. En ella los alumnos estaban clasificados por edad,
sin prejuicios.

Este
tipo de escuelas basan sus conocimientos y contenidos en libros de texto donde,
además de no motivar a sus leedores, no enseñan nada que les pueda servir en el
día a día. No despiertan un sentimiento de curiosidad y amor por aprender. Es más, muchos de los docentes que imparten
clase tampoco están llenos de motivación y muchos no realizan este trabajo por
vocación sino que han escogido ser profesor por evitar ir a un trabajo que no
les gusta o porque no han podido llegar a él.
Todo
lo contrario a la escuela anterior, es la escuela de Barbiana citada y
explicada al principio. En esta por el
contrario que la anterior, si se interesa por todos sus alumnos, tanto por el
que le cuesta como por el que no e independientemente de su situación económica.
Es más, si al que le cuesta no lo entiende, los demás no avanzan, dando así una
igualdad de oportunidades. Pero eso no significa que retrasen al que si lo
entiende sino que el mismo profesor adapta los contenidos a las necesidades de
cada alumno, hecho muy importante. Por ello, es de suponer que en esta escuela
no rechazan a ningún alumno por no entender un contenido. Es tarea del maestro
la de hacer que todos entiendan y aprendan, debe saber comunicarse con ellos
además de crear un buen ambiente en el que el miedo no se conozca.
En
el tema de la repetición, por el contrario que la escuela criticada, en esta no
se da el hecho. A mi parecer, creo que tendríamos que tener la repetición de curso como última
opción para ayudar a un alumno ya que este se ve despojado de sus amigos de
toda la vida y como ya sabemos la socialización en la edad escolar es muy
importante y si se ve privada de ella (con quien ha establecido esos vínculos
de amistad) puede que le afecte también en su nivel de estudios.
Tocando
el tema de los contenidos, aquí sí que hay libros pero por ejemplo lo alumnos
lo leen, lo comentan y lo investigan en grupo, aprendiendo todos con todos.
No todos los contenidos deben ser historias de los antepasados (de
griegos y romanos) o no solo se deben enseñar unos conocimientos específicos
(explicado posteriormente) que les interesen a unos pocos. Se debe enseñar
historia y diversos conocimientos pero que también les sirvan para la vida
diaria. En el aula se debería guiar al alumno para que se den cuenta de lo que
es bueno y lo que no, de lo que les perjudica y de lo que no. Creo que se les
deben dar las armas suficientes para que ellos puedan decidir sobre sí mismos.
Hay
muchas más formas de enseñar y de aprender, no solo están los libros. Los
alumnos también pueden aprender de los demás y mediante la observación (trabajo
cooperativo) o simplemente mediante excursiones, poniéndolos en contacto con
todo aquello que les va a proporcionar conocimientos. Muchas veces se aprende
más viendo, tocando, oliendo, experimentando, etc. que leyendo en un libro.
Pero
para que todo ese conocimiento se dé y para que todas esas formas de fomentar
el aprendizaje vean sus resultados, deben estar motivados tanto quien da la
clase como quien la recibe. No se debe
motivar con la nota sino con el deseo de aprender y otros alicientes, y no se
puede dar una clase de manera adecuada sin estar motivado (necesitan
motivadores que les haga seguir amando su profesión y seguir ejerciéndola de
manera adecuada).
Se
puede decir que el tipo de escuela que el libro critica se da también debido al
contexto en la que está envuelta. Estaba presente en una sociedad donde los
altos cargos o los cargos de responsabilidad están ocupados por las clases
altas de esta. Por ello son estos quienes dictan las leyes a su favor e imponen
los contenidos que les interesan con el fin de no despertar revolucionarios que
se posicionen en contra de ellos. No se
pueden cambiar los problemas que envuelven la escuela y sus desigualdades si
los que establecen sus leyes son personalidades que no se dedican a ello, nunca
han sufrido esos problemas y no han tenido la experiencia de estar en un aula.
Por
mucho dinero que tengan unos y por poco que tengan otros no es justo que se les
trate de manera diferente. Todos somos personas humanas seamos como seamos y
tenemos los mismos derechos a saber sobre las mismas cosas y acceder a los
mismos sitios, tanto universidades como trabajos responsables. No debemos dejar
que los obstáculos de orden económico y social se interpongan en la educación.
Debemos acabar con las desigualdades provocadas por el dinero y la misma
sociedad ya que así terminaremos con las desigualdades educativas.
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